Narrativa
Clavos a martillazos

Clavos a martillazos

Ocultó el ruido que entraba por la ventanilla subiendo la música. Como acostumbraba a hacer, regresaba de la playa, de correr por la arena y nadar hasta quedar sin aliento. El cielo se veía ya iluminado por la contaminación de la ciudad, y el olor cambió, se volvió denso, húmedo y cálido. ¿Y si todo terminase ahora? Me ahorraría tanto que tal vez hasta mereciese la pena… Suspiró de nuevo.

Deja el coche lo suficientemente lejos como para que nadie lo descubra.  Bajó y lo cerró. Glabro, Crinos, Hispo, Lupus. Corre. Las hojas húmedas mojan su pelaje negro. Corre. Llega. Cambia. Su ropa vuelve a estar en su sitio, nada ha cambiado, ¿o sí? Ahora lleva más cosas. Cosas que le hacen sentirse más… completa. De fondo se oyen las voces. Voces amigas. “un juego… el premio será una cerveza…” “toma, bebe”. “Bebe”. Todo da vueltas. Es todo tan agradable. Se aparta un instante del gentío, sus botas desaparecen, y comienza a girar sobre sus pies descalzos. Cae al suelo sobre la hierba. Frena su instinto. Se levanta. Regresa.

Negativas. Cerveza. ¿Miedo? ¿Cómo podía sentir miedo? Cerró los ojos. Negro. Quietud en los latidos. Silencio. Suspira. No podía creer que se hubiese cumplido aquello de lo que le avisaron. Rabia. Maldita rabia. Pero, ¿fue la rabia? ¿o fue ella? Ya nada era como antes y lo sabía. Hacía mucho que había tomado conciencia de ello, que ya nada volvería a ser como antes… Más negativas. Más cerveza. ¿Un beso? Tristeza. Odio. Rabia. Deja de escuchar su entorno. Ya nada importa. Locos que hablan. Locos que piden. Locos que ofrecen. A nadie parece importarle lo que realmente importa. Silencio. Paz. Hora de regresar a casa. ¿A casa? Se ríe. A casa…

Sonríe. Promete. Miente. Caos. Impulsos. Manos que aprietan con fuerza. Azul. Naranja. Rojo. Golpea la encimera. Se apoya contra la pared. Más fuerza. Llegan al suelo. Lo agarra y tira. Lo empuja contra la cama. Muerde. Araña. Vuelve a morder. Caos. Violeta. Negro. Cierra los ojos. Pero el clavo no saca al anterior. Él duerme. Ella se marcha. Ya mañana será otro día.

Fragmento de #ProyectoCaos.

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