
Disforia sensible al rechazo (DSR) y síndrome de la impostora: cómo identificar el autosabotaje
Terminas un capítulo y lo borras porque “no es suficiente”. Corriges mil veces un texto, pero siempre sientes que “algo falla”. Evitas enviar tu manuscrito a editoriales o autopublicarlo porque… ¿y si se ríen de ti?
Esto no es falta de talento. Tampoco es modestia. Puede que estés viviendo una combinación silenciosa pero muy común entre escritoras: la disforia sensible al rechazo y el síndrome de la impostora.
Aunque en una entrada anterior ya estuvimos viendo el síndrome de la impostora, en este me gustaría centrarme en ese gran desconocido, el DSR.
¿Qué es la disforia sensible al rechazo?
La disforia sensible al rechazo (DSR) es una forma intensa de miedo a ser rechazada o criticada. Aunque no está reconocida oficialmente como diagnóstico clínico en todos los manuales, muchas personas (especialmente mujeres con alta sensibilidad o con TDAH) la experimentan como una respuesta emocional fuerte a la desaprobación real o imaginada.
En el caso de las escritoras, esto puede traducirse en:
- No mostrar lo que escribes por miedo a que te digan que no vale.
- Bloquearte al imaginar una mala reseña.
- Sentirte emocionalmente devastada por una simple corrección o crítica constructiva.
¿Por qué me pasa esto a mí?
Buena pregunta. Porque probablemente te lo has planteado mil veces, siempre con un punto de culpa.
Y no. No eres débil. No es que te falte seguridad.
A muchas escritoras nos pasa por una combinación de factores como:
- Exigencia extrema (propia o aprendida)
- Autoexigencia camuflada de perfeccionismo
- Historias pasadas donde te han hecho sentir “menos”
- Haber crecido en entornos donde destacar o ser vulnerable se castigaba
- Y sí, también influye si eres una mujer creativa en un mundo que espera que calles o pidas permiso
Así que no, no estás rota. Estás cargando con mochilas que no son tuyas. Y aquí estamos para soltarlas.

¿Cómo se relaciona con el síndrome de la impostora?
Si la DSR es el miedo a ser rechazada, el síndrome de la impostora es la sensación persistente de no merecer ningún tipo de éxito. Juntas, forman una bomba silenciosa:
«No voy a enviar esto porque seguro me dicen que está mal.»
«Y si alguien dice que le ha gustado… seguro está mintiendo o ha sido suerte.»
El resultado es un autosabotaje constante. Y aunque lo disfraces de “perfeccionismo”, lo cierto es que estás frenando tu crecimiento como autora.
Señales de que estás cayendo en el autosabotaje creativo
- Procrastinas cuando toca mostrar o publicar tu obra.
- Reescribes compulsivamente sin avanzar.
- Te comparas con otras escritoras hasta el agotamiento.
- No celebras tus logros porque “no son para tanto”.
- Evitas formarte o pedir ayuda, por miedo a parecer “poca cosa”.
Herramientas para dejar de autosabotearte
Aquí no hay fórmulas mágicas, pero sí pasos reales que puedes empezar hoy:
1. Pon nombre a lo que sientes
Saber que existe la disforia sensible al rechazo ya es un alivio. No eres “demasiado intensa” ni “hipersensible sin más”. Hay una explicación y tiene solución.
2. Rodéate de una comunidad que te entienda
Buscar espacios seguros con otras escritoras (como tú, como yo) puede ayudarte a relativizar tus bloqueos y normalizar tus miedos.
3. Establece metas realistas
No necesitas escribir 1.000 palabras perfectas al día. A veces, 300 regulares y haber escrito ya es un logro.
4. Revisa tu discurso interno
Si no le dirías a otra escritora “esto que has escrito no vale nada”, ¿por qué te lo dices tú?
5. Acepta ayuda profesional
Tener a alguien que te acompañe en el proceso creativo desde la comprensión (no desde el juicio) puede marcar la diferencia.
¿Y si no puedes con todo tú sola?
No tienes que hacerlo todo sola. Y no, no es una debilidad delegar lo técnico para enfocarte en escribir. Yo puedo ayudarte con:
- Corrección editorial profesional: para que te sientas segura al mostrar tu texto.
- Maquetación para papel y eBook: para que tu obra luzca tan bien como merece.
- Diseño de tu web de autora: para que tengas una casa digital bonita, clara y coherente con tu voz.
- Mentorías de escritura creativa: para trabajar juntas tus bloqueos, tu voz narrativa y avanzar con acompañamiento.
¿Lista para dejar de sabotear tu novela?
Tu historia merece ser contada. Y tú mereces hacerlo sin ese nudo en el estómago cada vez que te planteas compartirla. Y si necesitas ayuda con una asesoría, maquetación o una corrección editorial de tu manuscrito, te invito a contactarme a través del formulario de contacto o WhatsApp, y a seguirme a través de mis redes sociales para estar al día de los últimos consejos.
Y tú, ¿te sientes identificada? ¿Cómo lidias con el DSR? Cuéntame en comentarios.