#TdN2022: la emocionante llegada del verano de 2020
Este fin de semana, del 4 al 8 de agosto, han tenido lugar, tras una larga espera de dos años, las TdN2022 (Jornadas Tierra de Nadie). Para quien no las conozca, son unas jornadas que tienen lugar en el CEULAJ (Mollina – Málaga), y este año ha sido su edición número 18. Como en 2014 también escribí la crónica de mis jornadas, os dejo por aquí el enlace a aquel articulo Tiempo de reflexiones.
En esta crónica os contaré cómo la he vivido tras tres años sin poder pisar mi querido «campamento friki». Y también de los ocho roles en vivo en los que he participado en esta edición.
Jueves: la llegada a TdN2022
El jueves llegamos temprano, nos pudo el ansia cuando alguien comentó de quedar varios a almorzar en La Casa. Sorprendentemente, a pesar de haber salido desde Cádiz bastante tarde, fuimos de los primeros en al restaurante. Al llegar, pudimos repartir besos y abrazos tras tres años sin ver a la mayoría de las maravillosas personas con las que nos encontramos allí.
Como era de esperar, el jueves fue día temático con Tarkis. La tarde comenzó con Ready Player One, donde, en esta ocasión, llevé la skin Esposa de un muchimillonario que entregaba el premio de una lotería en el mundo de Oasis.
Esa misma noche, también fui los susurros «caóticos malignos«, como me definió una de las jugadoras, en Ready Player Two. Donde es posible que me cebase con algún que otro personaje en pro de la diversión y la estética de la partida, por supuesto. Como era de esperar, terminamos la jornada en la cuarta franja, la del Pepe’s. Donde pudimos reencontrarnos con viejas amistades y comentar las partidas que habíamos podido disfrutar horas antes.
Viernes de locos
Como ya aprendí en mis primeras jornadas, el viernes por la mañana no me apunté a nada. De hecho, tal y como llevo haciendo desde 2015, porque lo principal es ser honesta con una misma y tener empatía con quienes se esfuerzan en montar actividades de 10 a 14h. Si sabes que vas a ser un zombi con resaca, quédate durmiendo en la habitación, o en la piscina (porque todos sabemos que a partir de las 10h es imposible dormir en los hornos que hay por tiendas). Eso sí, por la mañana me despertaron un par de veces la epicidad de la música y los gritos de los guerreros y guerraras del torneo de Espadas, cuyas marcas me mostraron con orgullo un par de noches después en el Pepe’s.
Tal como contaba al principio, en estas TdN2022 he tenido actividad en todas las franjas. Sin embargo, sólo he sido jugadora en cinco de las ocho partidas. Y la del viernes por la tarde era otras de las que llevaba un personaje no jugador. En esta ocasión, volviendo a interpretar a una periodista preguntona en un psiquiátrico en Tratamiento 4 tréboles, también de Tarkis.
Tras la cena, nos preparamos para perder neuronas en La Isla de las Mutaciones, un rev de Monster Productions que recomiendo muchísimo, incluso si odias los realitys de Mediaset. A pesar de un par de inconvenientes que supieron sortear estóicamente, fue una partida bastante fluida y dinámica, con interpretaciones maravillosas. Desde luego, me quedo con el momento «corta, corta, que nuestros personajes tienen 20 años y estamos hablando del programa del Juego de la Oca, esta gente se va a dar cuenta de que somos más viejos» con mi querido Naim. También me encantó la intrepretación de Idaira, que me recordaba muchísimo a Ashley (The Boys), y nos aportaba al grupo la tranquilidad de que todo iba según el guion que necesitábamos. Mis dieces al conjunto. Muy recomendable si la vuelven a traer a otras TdN.
Obviamente, tras la partida nos fuimos al Pepe’s a continuar con los brifings en la mejor de las compañías.
Sábado: «hola, vengo a hablar de mi libro»
El sabado por la tarde interpreté a la matriarca Ezzia Ramazzotti en Boda en Megacity I. Con los dramas que tenía en la familia, hasta es lógico que me llevase mejor con la matriarca adversaria que con los míos.
Por la noche, en The writers room, de Squirtle Squad (Juan Moreno), me tocó ser Belinda Witucker, famosa escritora y diva americana. Y cuando me estaba vistiendo pensé, pues si voy a ir a «hablar de mi libro«, ¿qué mejor manera de hacerlo que llevarme mi libro? Y ahí estuve yo, toda la partida colocando mi novela, Siluetas en la pared, para que se viese bien. Me lo pasé bastante bien, pero he de reconocer que no me sentí al nivel. Había ideas muy absurdas que no me sentía capaz de retorcer, y en varias ocasiones me sentí una mera espectadora de la genialidad de los demás participantes.
Quizás algún día escriba la historia de amor imposible entre el perrito de chocolate enamorado del radiador con forma de gatita. Eso sí, el momento «elefante bajo la mesa» fue fantabuloso. Y estoy segura de que será una de las anécdotas de TdN2022 que será rememorado en próximas ediciones.
Domingo «en remojo»
El domingo por la tarde, tras superar la resaca del Pepe’s de la noche anterior, fue la primera vez en estas TdN2022 que me metí en la piscina, y es que teníamos que preparar a conciencia el rev Lentejas en remojo, también de Squirtle Squad. Aunque en un principio no tenía grandes espectativas con esta partida experimental que avisaba en la descripción de que sería de temática «seria», lo cierto es que me sorprendió gratamente. Llegando incluso a descubrirme a mí misma hablando más de esta partida los días posteriores que de otras que habían durado mucho más tiempo. En esta historia interpretaba a Lena, una lenteja soñadora que siempre le estaba contando sus fantasías a su amigo Leobardo.
Sin querer desvelar mucho de la trama, diré que me quedo con el momento «Lena, yo te quiero –Silencio incómodo –Lobardo, yo también te quiero –Pausa dramática –pero como amigo.». También viví el momento dramático, llegando incluso a llorar, en el que me di cuenta de que, la única vez que nos removieron, me quedé en el mismo sitio al ver que Leocadio había venido a buscarme. Esto me llevó a sentir cómo se me recalentaba el culo, llegando a quemarme mientras me hinchaba y dejaba de poder moverme. Todo fueron lágrimas al comprender que me había quemado al fondo. Y bueno, también un poco la tristeza de que Leobardo dejase de querer ir a VillaLenteja conmigo para vivir en nuestra casita y tener un huerto con brócoli para hacer bocadillos… Pero esa ya es otra historia. Quizás algún día haga un relato sobre ello.
La última partida que jugué en estas TdN2022 fue Retiro 4 limones, de Tarkis y Ectoplásmico (el amor de mi vida) que se dedicaron a extender el caos. No me faltaron las risas llevando a Sandra Bullos, viéndome envuelta en una serie de una escena surrealista tras otras, donde no puedo destacar a ningún personaje porque todos me hicieron llorar de la risa en algún momento del rev. También bastante corto en comparación con otros de las jornadas.
Despidiendo TdN2022 a la espera de Rolea2022
Entre que la noche del sábado acabamos con buena parte de las provisiones del Pepe’s, el cansancio acumulado y que el lunes tendríamos un largo viaje por delante, la última noche fue bastante tranquila. Aún así, tuvimos tiempo de despedirnos de casi todas esas maravillosas personitas por las que volvemos año tras año. Pudimos saludar a quienes no habíamos podido ver en todas las jornadas por incompatibilidad de horarios. Y planear las próximas jornadas, Rolea2022.
Y aunque cuando nos marchábamos el domingo, uno de los organizadores me dio la gran alegría de que volveríamos a vernos en apenas tres meses, nos costó arrancar el coche para regresar a la rutina del día a día, lejos de las maravillosas amistades que hemos ido labrando año tras año, y con las que esperamos volver a coincidir en el puente de diciembre.
PostData: Logro desbloqueado!!! Nos hicimos con La Americana del Poder (próximamente en Wallapop).