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Reseñas
El refugio atómico: ¿vale la pena devorarla?

El refugio atómico: ¿vale la pena devorarla?

1. ¿Por qué todo el mundo habla de El refugio atómico?

Desde que Álex Pina y Esther Martínez Lobato se hicieron nombres de referencia en realidades alteradas (La casa de papel, Sky Rojo), cada nuevo proyecto suyo despierta expectación. Con El refugio atómico, de Netflix, esta expectativa tiene algo de morbo: un búnker de lujo, multimillonarios encerrados y secretos listos para estallar.

La vi sin grandes expectativas porque la temática me parecía muy similar a La Casa de papel, de Vancouver Media, por lo que esperaba que se repitiesen similares clichés, pero no esperaba tanto choque emocional, encontrándome con una serie que tira de metáforas, tensión psicológica y personajes que no son de cartón. Y la verdad es que lo he disfrutado más de lo que creía posible

2. ¿De qué va? (Sin spoilers, prometido)

Cuando el mundo amenaza con colapsar y la Tercera Guerra Mundial parece a punto de estallar, un grupo de élite recurre al Kimera Underground Park, un refugio subterráneo de lujo. Allí, entre jardines zen, bares, pantallas que simulan paisajes y estrictas rutinas, los privilegios se convierten en muros internos.

No es una serie de supervivencia al uso, es una disección de tensiones emocionales: la amenaza externa es solo la excusa; el verdadero conflicto vive en el interior del búnker. Porque cuando el exterior deja de importar, ¿qué queda? Las mentiras, los miedos, el egoísmo, el rencor, el poder… y las grietas de la condición humana.

3. ¿Se parece a algo que ya he visto? ¿Y qué aporta de original?

Al principio, sentí ecos de Fallout, sobre todo por la estética y los monos azules y naranjas, pero también de Buscando a Eva, ese juego de realidades difusas en refugios. Pero luego, El refugio atómico, fue mucho más allá, explotando no solo la estética sino el thriller y la sobre carga emocional de unos personajes traumatizados y llenos de grises

Me fascina la gestión de los tempos narrativos: sin prisas artificiales ni relleno, sin momentos muertos. Todo tiene un por qué y todo es necesario para desarrollar en ocho capítulos tanto a sus protagonistas como a sus antagonistas. Te mantienen con el corazón en alerta. En serio, la engullí: me vi los ocho capítulos en menos de 24 horas.

Kimera - El refugio atómico

 

4. Personajes & actores: caras que duelen, que mienten, que seducen

Este es uno de los apartados donde la serie gana mucho. Te dejo el reparto principal con espacio para que añadas tu valoración personal:

  • Guillermo Falcón (Joaquín Furriel): Te deja con la coletilla de «qué cabrón» en muchas ocasiones, no solo por el estereotipo de personaje y en las decisiones que toma, sino en la manera en la que transmite esas mismas emociones a cámara.
  • Frida (Natalia Verbeke): Sobriedad que te agarra y no te suelta en ningún momento. Evolucionando desde la obre mosquita hasta la ama que merece, con varios giros en los que la malicia brilla en sus ojos.

  • Rafael “Rafa” Varela  (Carlos Santos): Borda el papel de loser, en cada gesto, cada frase, cada mirada, y cuando devuelve la hostia, dan ganas de aplaudirle.

  • Victoria Varela (Montse Guallar): Qué señora, qué podería, qué manera de pasarse a todos por el forro… Mis dieces.

  • Max Varela (Pau Simón): Aunque al principio me costaba creerme a este personaje, conforme evoluciona y te van mostrando por qué cambia de actitud (dentro del contraste de que es un crío con respecto al resto de los personajes), se le va cogiendo el royo, aunque no es mi preferido.

  • Asia Falcón  (Alicia Falcón): Este personaje sí me ha costado bastante, aunque me gusta su interpretación, pero es todo demasiado «es que es una adolescente traumatizada». Veremos cómo evoluciona en la siguiente temporada.

el refugio atómico shippeo

  • Mimi (Agustina Bisio): Tiene su punto de mosquita muerta, aunque chica la putada que le hacen a la pobre…

  • Tirso (Omar Banana): Pobre muchacho, que sí, que lo ponen a vigilarla… pero el pobre se lo come todo de gratis, con el buen corazón que le pone a sus consejos…

  • Oswaldo (Enrique Arce) – (Arturito en La Casa de Papel): Me ha mantenido en tensión constante, con la idea de que iba a liarla en cada escena en la que salía. Y cuando crees que ya no puede ir a más, nos meten un plot twist de los que te dejan con la boca abierta y la mirada desconcertada hacia tu compañero de sofá.

  • Minerva (Miren Ibarguren): A pesar de no llegar a empatizar ni con ella ni con el hermano, creo que la interpretación es muy buena, y que deja claras sus taritas mentales.

Así como dato, aunque nadie me parece especialmente guapo o guapa, lo cual también le da su punto al no buscar la belleza física (cosa que solemos ver en las series de Vancouver Media), sí es cierto que cada uno tiene su propio atractivo, y su brillo en según qué escenas. Me llamó mucho la atención que las escenas de sexo no estén plagadas de cuerpos perfectos; sino de adultos que disfrutan del sexo, dándole un toque animal que no persigue el postureo.

Aunque no he podido empatizar con algunos personajes (como con Asia o con Minerva), creo que se ven claras las motivaciones de cada uno, y que son personajes muy redondos y que, incluso los más secundarios, gracias a la interpretación de los actores, tienen esa redondez que hacen que sean atractivos.

5. Fotografía & estilo visual: colores que hablan

Uno de los lujos de esta serie es su fotografía. La separación cromática entre exterior e interior no es estética vacía, es narrativa, y que también es una seña de identidad de Álex Pino y Esther  Martínez. Esa dicotomía visual te acompaña como banda sonora silenciosa. Cada plano te habla, te presiona o te libera, y eso me gusta muchísimo.

el refugio atomico elenco

 

6. Temas profundos que laten debajo de la trama

Una de las cosas que más se me quedó dentro es la crítica a la inteligencia artificial. En una de las escenas, uno de los personajes hace una reflexión acerca de cómo se ha sentido compartiendo tiempo con una IA, y que ha llegado a la conclusión de que se casó con una IA porque se sentía igual que con su esposa.

Es una crítica que solemos ver en redes, gente que le cuenta sus dramas a la IA y que esta le responde con más empatía (condescendencia) que algunos seres humanos. Así como la de otros que descubren que su pareja lleva años dándole un trato similar, haciéndonos recapacitar sobre: ¿cuánto de nuestras relaciones son espejos que solo devuelven lo que queremos oír? ¿Hasta que punto eso realza la aparición de las personas estrella fugaz? Esas que llegan a nuestras vidas, cumplen su función y después desaparecen, y de la necesidad de dejarlas ir.

Además, está todo lo demás: ego, poder, clases sociales, cómo la intimidad se quiebra cuando no hay espacio (literalmente) para huir.

7. Referencias y clichés

Además, de lo que ya comentábamos al principio de la fuerte referencia a Fallout, y la predisposición al tipo de giros a los que nos tienen acostumbrados los de Vancouver Media (sin querer entrar en spoilers), encontramos un Enemies to lovers que nos golpea en la cara desde el primer encuentro, donde la chica le grita que le odia mientras vemos su cara de estar mojando las bragas.

Aunque no soy muy fan de este tipo de clichés, he de reconocer que me ha gustado la gestión de tempos y la evolución que ha tenido la relación entre los personajes, profundizando en su pasado y en los pequeños gestos. Me gustó mucho la escena de fractura emocional del chico y la respuesta tan humana y orgánica de ella. Y, aunque he acabado poniendo los ojos en blanco un par de veces, me ha gustado el feeling entre los personajes y su lenguaje corporal, que le han dado la credibilidad justa para que el cierre no me resultase forzado.

Y, por supuesto, no podemos ignorar la presencia del mito de la caverna, que le aporta una perspectiva que nos hace plantearnos hasta qué punto la desinformación nos hace tomar unas decisiones frente a otras.

8. ¿Segunda temporada? Yo digo sí (y con ganas)

¿Segunda temporada? Por favor y gracias. Estoy deseando ver cómo resuelven la liada, y si Netflix la cancela, al menos me quedo con que ha sido una buena historia, contada de tal manera que me han entrado ganas de montar un oneshot sobre ella para Rolea.

Podéis encontrar otras reseñas mías en la sección Reseñas de mi blog.

9. Ficha técnica

Ítem Info clave
Título El refugio atómico
Creadores / Showrunners Álex Pina & Esther Martínez Lobato
Plataforma Netflix
Productora Vancouver Media
Número de episodios (Temporada 1) 8
Directores Jesús Colmenar, David Barrocal, José Manuel Cravioto
Género Drama / Thriller psicológico / Ciencia ficción social
Fecha de estreno 19 de septiembre de 2025
Reparto destacado Miren Ibarguren, Joaquín Furriel, Natalia Verbeke, Carlos Santos, Montse Guallar, Pau Simón, Alícia Falcó, Agustina Bisio, Álex Villazán, Enrique Arce (colaboración especial)

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